La isla de Mallorca es espléndida en todos sus rincones. Cuenta con cientos de miradores y zonas de interés turístico, desde los que poder contemplar las fabulosas vistas de la costa y del Mar Mediterráneo, en las que el mar y la tierra se unen en una perfecta armonía para deleitarnos con sus vistas.
Una de las visitas que no podemos dejar de realizar es el Cabo de Formentor, situado en el zona norte de la isla. Formentor es una pequeña península de unos 12 km que llega a tener en su punto más ancho, 3 km de lado a lado.
Es uno de los más lugares más emblemático de Mallorca, y también uno de los rincones más visitados de la isla. No es de extrañar, porque admirar sus vistas y paisajes es un auténtico placer para los sentidos.
Para visitar el cabo, hay que recorrer una serpenteante carretera que discurre a lo largo de toda la península y que comienza en el Puerto de Pollença. Aunque la carretera es estrecha en algunos puntos y tienen muchas curvas, merece la pena recorrerla y parar un par de veces a disfrutar de las vistas de la Bahía de Pollença y del mar Mediterráneo.
Una de estas paradas obligatoria es sin duda el mirador de la Creueta. Este mirador está situado a más de 200 metros de altura sobre el nivel del mar, con el Islote del Colomer de fondo. Las panorámicas desde este rincón no dejan indiferente a ningún visitante, ya que el mar, los altos acantilados y la naturaleza salvaje, forman un entorno espectacular.
Muy cerca de este sitio hay otra parada obligatoria, la Atalaya de Albercuix. Se accede por una carretera que se desvía de la anterior por el lado derecho. Esta atalaya está situada sobre una cima de 400 metros por encima del mar, donde fue construida allá por el siglo XVI, como punto de defensa. Se disfruta de unas fabulosas vistas del Cabo de Formentor, con todos los acantilados por un lado y la Bahía de Pollença por otro lado.
Una vez pasada la Playa de Formentor, retomamos la carretera para llegar a la última parada: el Faro de Formentor. Al final de esta ruta merece la pena detenerse, disfrutar el paisaje y tomar alguna foto para mantener vivo este recuerdo…
En resumen, es un lugar idílico de la geografía española que hay que visitar alguna vez en la vida. Nuestra recomendación siempre es que se busque algún piso de alquiler vacacional cerca de la costa, para no perder tiempo en los desplazamientos, tener mayor libertad de movimiento y por supuesto ahorrar en