Si llegaste tarde a San Valentín, ya sea porque no tenías pareja o la tienes ahora y no se te ocurre nada; aquí no podemos dar otra mejor idea que viajar con tu amorcito y hacer una escapada. Da igual si cerca o lejos, se trata de hacer algo especial en otro lugar.
Viajar, no quiere decir que se deba forzosamente gastar mucho dinero. Basta con ir a ese pueblo que tenemos al lado pero que nunca hemos visitado, coger el coche y llegarte a la provincia más cercana, o coger el tren y plantarte en otra comunidad autónoma. No es nada descabellado, ni que requiera mucha planificación ni tiempo.
Viajar es una de las mejores inversiones y por supuesto un gran regalo, donde el recuerdo permanecerá en años en nuestra memoria. Además si no has podido disfrutar de San Valentín, cualquier día es bueno para decir algo bonito a tu pareja, o darse un capricho lejos del regalo material. Por ello vamos a darte unas claves para una escapada romántica para que todo sea perfecto:
- Busca una plataforma de confianza de alquileres vacacional.
- Intenta descubrir qué le hará más ilusión: Una azotea, una casita rural, un piso con jacuzzi, o una cabaña. Alquílala antes de que te quedes sin ella.
- Investiga sobre la zona, donde podéis ir o pasear cerca de casa, por si surge un plan fuera saber dónde ir.
- Reserva en un restaurante cercano, o haz tú mismo la cena (su plato favorito sería un punto a favor)
- Con el Spotify tendrás acceso a miles de canciones, crea un recopilatorio con su música favorita o busca sugerencias.
- Un baile, un baño relajante, un película en blanco y negro… Planea alguna actividad romántica.
- Dale un toque personal: Llevate la guitarra si sabes tocarla, sino, no te preocupes por una guirnaldad de luces alrededor de la mesa, lee un poema, o trae aceite aromático para después darle un masaje…
Algunos pensarán que estas cosas solo suceden en las parejas que llevan poco tiempo y aun tienen la chispa de sorprender al otro. Nada más lejos de la realidad, uno siempre puede salir de lo cotidiano rompiendo con la rutina y haciendo pequeñas cosas, como pequeñas escapadas.